Aguas de Lorca ajustará en los próximos meses las diferencias de consumo que se produjeron durante el confinamiento
La lectura de contadores se suspendió para evitar contagios, por lo que no se facturó un consumo real, sino uno estimado igual al de los mismos meses del año anterior
Aguas de Lorca está procediendo a ajustar los consumos reales que realizaron los lorquinos en los meses de marzo y abril, cuando el confinamiento y el Estado de Alarma derivado de la Covid-19 impidió realizar una lectura real de los contadores.
Los responsables de la empresa municipal decidieron suspender las lecturas desde el 16 de marzo al 26 de mayo para evitar ser un vector de contagio de los clientes, vecinos y empleados, en el marco de las medidas estratégicas implantadas por la compañía durante la crisis. Durante ese periodo de tiempo se facturó el equivalente a lo que cada cliente consumió en el mismo periodo de 2019. Por tanto, se hizo una facturación del consumo estimado y no real.
Levantado el estado de alarma se han retomado las labores de lectura de contadores y, con unos datos ahora reales, se ha procedido a abordar la regularización de los consumos efectuados.
Según explica Antonio Franco, gerente de Aguas de Lorca, “esta acción de estimación de consumos se aborda bajo dos objetivos concretos y siempre en interés de nuestros clientes. En primer lugar, con el afán de cumplir con el estado de alarma evitando difundir la enfermedad y, en segundo lugar, evitando paralizar la emisión de las facturas lo que habría supuesto la acumulación de volúmenes”.
A todos aquellos abonados que tengan alguna duda sobre su factura se les dará un tratamiento individualizado en el teléfono 900 500 750.
Aguas de Lorca, empresa que está muy sensibilizada con los casos en los que se pueda dar una posible situación de vulnerabilidad, dispone para ello de un fondo social, creado en 2016. Además, cuenta con una serie de medidas para facilitar el pago de los recibos, entre las que se encuentran los compromisos de pago, que fijan, sin intereses, los plazos e importes más cómodos para el cliente, o bien la solicitud de un documento de pago que establece el momento más adecuado para pagar los recibos.